Cuando subí por la vereda de mis sueños,
busqué alrededor y no te vi,
solamente encontré la huella de tus zapatos
en mi jardín.
Los pétalos de las rosas marchitas
estaban quebradas,
y el perfume que anteriormente percibía
ya no estaba.
El viento sentí y era helado,
me anunciaba un invierno frío y claro.
Me arrullé en mis recuerdos
mientras lloraba la niebla
en mi corazón perdido...
y soñé que me abrigaban tus brazos
en un ocaso escarlata
de colores teñido...
de colores teñido...